Hacía un poco de viento. Estamos en marzo y me queda 1 mes para dar a luz. Frío no hacía, se estaba muy bien. Nos fuimos a la playa del Espigón. Había poquísima gente, era como una playa virgen. En verano también suele haber poca gente, no es una playa masificada. Montamos un paraviento para comer y dejar las cosas y nos fuimos a pasear.
Por el camino nos encontramos con varios pescadores que les enseñaron a mis peques la pesca del día y les explicaron lo que eran. Había también algunas personas en bici y otras corrriendo. Estábamos super relajados. Lola, nuestra perrita, corría nerviosa por la playa con nuestros cachorrillos, Moisés y yo paseabamos cogidos de la mano hablando de cómo sería nuestro pequeño Enzo mientras yo notaba como se movía. Fue un día precioso la verdad y eso que no fue nada planificado. Bocatas, zumitos, agua y patatas y nos lo pasamos mejor que nunca.
Una vez llegados a nuestro improvisado "campamento" almorzamos nuestros bocatas y acto seguido saqué los colores, me tumbé en la arena , me levanté la ropa y mis niños me pintaron la barriguilla con el nombre de su hermanito. Estaban muertos de risa porque mientras pintaban Enzo se movía y se le veían los movimientos. "Mamá, mira,mira la pierna" , "mira ese bulto como se mueve". Ains si es que se me cae la baba con mis niños.
Os dejo fotos de nuestra escapada a la playa.
Besitos!!
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